La democracia y los derechos humanos son dos conceptos fundamentales para nuestra sociedad mexicana. La democracia es el sistema político que garantiza la participación de la ciudadanía en las decisiones públicas, el respeto a la pluralidad y la diversidad, y el control del poder por medio de mecanismos de rendición de cuentas y transparencia. Los derechos humanos son el conjunto de principios universales que reconocen la dignidad inherente de todas las personas, sin distinción de raza, género, orientación sexual, religión, opinión o cualquier otra condición.
La importancia de la democracia y los derechos humanos radica en que son la base para construir una sociedad justa, libre, solidaria e incluyente. Una sociedad donde todas las personas puedan ejercer sus libertades y desarrollar sus potencialidades, donde se respeten los derechos de las minorías y los grupos vulnerables, donde se combata la pobreza y la desigualdad, y donde se promueva el bienestar colectivo y el desarrollo sostenible.
La democracia y los derechos humanos no son regalos ni concesiones de nadie. Son conquistas históricas de nuestro pueblo, que ha luchado por siglos contra el autoritarismo, la opresión y la violencia. Son también compromisos que debemos asumir y defender todos los días, frente a los desafíos y amenazas que enfrentamos como nación. La democracia y los derechos humanos requieren de nuestra participación activa y responsable, de nuestra vigilancia crítica y constructiva, y de nuestra solidaridad y cooperación con otros pueblos que comparten nuestros ideales.
La democracia y los derechos humanos son nuestro patrimonio más valioso. No podemos permitir que se debiliten o se vulneren por intereses particulares o agendas antidemocráticas. Tampoco podemos conformarnos con lo que hemos logrado hasta ahora. Debemos seguir trabajando para fortalecer nuestra democracia y ampliar nuestros derechos humanos, para hacerlos más efectivos y más cercanos a la realidad de todas las personas. Solo así podremos construir una sociedad mexicana más próspera, más equitativa y más humana.